Quito en la mitad del mundo
Esta es la capital más cercana al sol en sus 2.850 msnm y es también el único lugar donde puedes poner un pie en el Hemisferio Norte y otro en el Hemisferio Sur. Podrás experimentar la energía pura del “Centro del Mundo” mientras caminas por la línea ecuatorial trazada, imaginariamente, por la Misión Geodésica cuando determinó el punto de la Latitud 0°0’0’’. Esta privilegiada ubicación geográfica otorga a Quito un derroche de virtudes que se evidencian en su clima primaveral, todo el año, y su asombrosa riqueza natural.
Un Centro Histórico sin igual en el mundo
Descubre la imponencia de uno de los cascos coloniales más grandes y mejor preservados de América y la joya urbana que motivó la declaración de Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad. En este lugar, encontrarás la historia de la ciudad en sus muchos “imperdibles”: La Compañía de Jesús, obra cumbre del barroco en América; la Plaza Grande, núcleo de importantes gestas históricas que narran la historia de Quito, el país y el continente; recorre el complejo religioso de San Francisco; también pasea por La Ronda, una calle que guarda su encanto con antiguos talleres y oficios tradicionales que siguen vivos.
El Centro Histórico no es un gran museo. Es dinámico y hermoso, un lugar vivo donde confluye la vida cotidiana de sus habitantes, comerciantes, devotos religiosos, turistas, funcionarios públicos y muchos más.
La cocina quiteña
Los sabores de la cocina quiteña es uno de los secretos mejor guardados de la ciudad. Merecen ser degustados por todo buen viajero, platos tradicionales mestizos que mezclan lo precolombino y lo colonial, cuentan con una fuerte influencia tanto andina como ibérica: el locro, la fritada, las empanadas, los envueltos, las salsas de ají, los jugos de fruta, el helado de paila son solo algunos de los platos clásicos de esta ciudad. Tu visita no estará completa sin saborear la oferta de chocolates elaborados con cacao fino de aroma, el mejor del mundo, por supuesto café de altura que, se producen en Ecuador.
Y no dejes de disfrutar de las frutas frescas durante todo el año: algunas únicas que sólo encontrarás en nuestros mercados, no te pierdas el tomate de árbol, la naranjilla, la chirimoya, la granadilla y el taxo, el babaco y mucho más.
Con la llegada de la orden franciscana, hace cinco siglos, llegó también la espiga de cebada a la mitad del mundo. Actualmente esta bebida de maltas y texturas diferentes tiene su espacio en varios establecimientos que elaboran cerveza artesanal.
Oficios y arte
Quito en tiempos de la colonia fue un centro cultural y artístico muy importante. Esa virtud la hemos conservado a lo largo de las épocas. Ahora, en plena era republicana, es común encontrarte con artesanos que guardan oficios centenarios: peluqueros tradicionales, cereros, cajoneras, sombrereros, sastres, hierbateras aún guardan sus saberes y los exponen en sus talleres que, en su mayoría, se ubican en el Centro Histórico.
Quito fue durante la colonia, una de la ciudades que más fomentó las artes religiosas, y su conocida Escuela Quiteña produjo algunos de los artistas coloniales más importantes de América, incluyendo los escultores Bernardo de Legarda y Manuel Chili “Caspicara” y el pintor Miguel de Santiago, obras que podrás descubrir en los muchos museos e iglesias de Quito.
Nuestros museos, teatros y centros culturales
Quito cuenta con una gran cantidad de lugares que narran historias y realidades de otros tiempos, además donde se promueve la cultura a través de exposiciones permanentes y temporales, funciones de teatro, música o cine. El Museo de la Ciudad, el Museo Casa de El Alabado (con una extraordinaria muestra de arte precolombino), el Museo de Cera (Alberto Mena Caamaño), el Teatro Sucre, el Centro de Arte Contemporáneo, la Casa de la Música son algunos de los más importantes.
Descubre la arqueología de Quito en museos de sitio en Tulipe, Rumipamba o La Florida, que cuentan la fabulosa historia que precedió la llegada de los españoles.
Los niños también tienen sus espacios en Yaku Parque Museo, el Museo Interactivo de Ciencias y el Museo del Tren.
En la noche
Hay varias opciones en restaurantes, cafés, bares y discotecas en los barrios de La Mariscal, La Floresta, Guápulo y La Carolina. Allí encontrarás música, gastronomía local e internacional, fiesta y, sobre todo, ¡la singular alegría quiteña!
Súbete al ferrocarril
Desde el popular barrio de Chimbacalle, en Quito, emprende un viaje en “el ferrocarril más difícil del mundo”, que ahora se ha convertido en un tren turístico patrimonial, uniendo la Costa con los Andes, mediante una impresionante obra de ingeniería de principios del siglo XX. Hoy se puede recorrer en el tren los parajes andinos y costeros.
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